lunes, 4 de octubre de 2010

el patio de mi casa es particular

Cuando abres la puerta del carmencillo de Almanzora alta 22 -en la colina que se eleva sobre el Darro y bajo la Alhambra, en el barrio de la Churra- te encuentras con un patio ajardinado. Ocho aspidistras, macetillas en todos lados, y un arriate selvático. La puerta interior de la casa frente a la exterior. El ventanal de una habitación como una pantalla de cine y las ventanas del salón y de la cocina, que dentro están juntos pero no revueltos. En la primera de estas fotos, tomadas el 29 de septiembre de 2010, de cinco a ocho de la tarde, vemos, aparte de lo ya descrito, la escalera que sube a las terrazas.


En la segunda foto vemos la parte de atrás de este patio bajo, desde donde disparé la primera, donde hay un cobertizo bajo una terraza volada. Una zona unida al patio, pero cubierta. Ahí está el termo y la lavadora, y una entrada al trastero bajo un antiguo arco. Ese arco, lo más antiguo de la actual arquitectura de la casa, es doble. El otro ojo cubre parte del cuarto de baño, del que vemos la esquina del muro exterior de ladrillo. Antiguamente fueron muro de contención de la ladera y las entradas de dos cuevas. Cuando intenté recuperarlas tenían rajado el techo, y tuve que limpiar y echar vigas. El patio tiene una parra, un níspero y un ciruelo que dan frutos, un almez y un alicustrón grandes, un jazmín normal y dos reales, una madreselva, lavanda, espliego, violetas, acantos, y medio centenar de proyectos de bonsai.

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